El pasado 11 de mayo, a las once, debería haber estado en la Asamblea de Madrid en calidad de “experto”, invitado por el Grupo Parlamentario de Podemos, para hablar en la Comisión de Investigación del Metro creada ad hoc. No fue posible porque el PP me rechazó por radical o por ese olor a azufre que tan bien percibe la grey, cualquiera sabe. Para paliar la situación, el Grupo que me había invitado organizó un encuentro por la tarde del 11, en compañía de sindicatos, administración y otros parlamentarios, en la propia sede de la Asamblea. Acto, entre otras cosas, muy simbólico. Además de harto interesante.
